«Tu espíritu transmutó en un ente efectivo Akh» Maika Etxarri

Tu espíritu transmutó en un ente efectivo Akh

Despertaste en el sagrado templo del amor, brillando como una lluvia irisada de estrellas plateadas. Destellos se reflejaban en el iris de tus ojos vívidos, dulcemente perlados. Ojos brillantes iluminaban mi dulce oscuridad. Oscuridad que transmutó en luz, en eterna sonrisa, en finos destellos de vieja plata acerada…

Transmutó tu inmenso dolor en joyas sagradas de Indra, en dulces y tenues reflejos de luna y sol. Transmutó el infinito dolor de tu alma en rebrillo fino de luna roja; en hoguera de fuego sagrado y pasión… Transmutó tu inmenso dolor en estrellas Perseidas de noches mágicas de Nepal; en sutiles reflejos en el tiempo inmemorial.

Transmutó tu esencia individual en rebrillos finos de cristal, en músicas antiguas con sabor a metal. Transmutó tu energía vital en esencia luminosa Akh, creadora de un viaje iniciático de la Duat al mundo circumpolar.

Trasmutó, en un breve instante, en el horizonte septentrional, tu esencia como ser de luz blanca y energía universal. Transmutó tu inmenso dolor en agua de rosas y amor, en el eterno presente de Oriente, con el dios Atum como sol poniente…

Transmutó tu espíritu en un ente efectivo Akh, en un ser de luz viajero inmortal hacia las estrellas imperecederas para fusionarse, eternamente, en el cielo cósmico, con su padre Gran Sol Central, padre supremo de la inefable luz primigenia original…

Maika Etxarri Copyright poesía y fotografía